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Socios de honor

Alberto Martín Martín se asoció al Triabona el 2 de febrero de 2012 en busca como cualquier otro corredor popular, de compartir su afición de correr junto a otros compañeros. Este gijonés que entonces tenía 41 años ya dio nada más empezar, lecciones de humildad y entereza todos sus nuevos compañeros de equipo.

Martín cuando ingreso en el club llevaba casi una década sin correr y participar en ningún tipo de pruebas populares pero pronto cogió la forma y empezó a rodar como lo hacía antaño, por debajo de los cuatro minutos el kilómetros a pesar de los años y su enfermedad (leucemia), sin duda una muestra de ejemplo de superación.

Pero además de su calidad deportiva Alberto tenía algo más y tal fue la confianza que el presidente del club Alexander Pérez, pronto conto con él para que formase parte de su Directiva como Vocal y así consto en el Acta de la Asamblea General Extraordinaria, celebrada el día 11 de agosto de 2012. Un año más tarde, tras su gran labor y lealtad pasaría a sustituir a su compañero Daniel Machado en las funciones de Vicepresidente de la entidad adejera.

En la mañana del día 6 de diciembre de 2014, en la IV edición de la Carrera Popular Llano del Camello sus compañeros de equipo le hicieron entrega de una placa conmemorativa y de agradecimiento por su dedicación al club y compartir su filosofía deportiva y se le concedió además el honor de ser miembro honorífico, el primero que tuvo el Triabona.

A finales de 2014 marcho de vuelta a su tierra natal junto a su familia pero incluso allí en Asturias, continua su estela. Es un ejemplo de superación y sacrificio tanto en los entrenamientos y competiciones como con una enfermedad que a día de hoy sigue siendo un tabú. En la actualidad está muy fuerte y piensa vencer a esta enfermedad.

Sandro Esposito nacido en Italia lleva en el C.D. Espíritu Triabona desde el 7 de octubre de 2014 pero es uno de esos atletas de toda la vida. Comenzó en el atletismo cuando solo tenía 16 años y la verdad que no se le daba nada mal. Sus comienzos fueron en el C.A. Olimpia de Roma.

En 1960 corría los 400 metros lisos en menos de 55 segundos. Durante esas décadas participo en infinidad de Campeonatos regionales y nacionales en su país natal. Cuando se fue haciendo mayor dejo la velocidad y las pruebas de medio fondo para dedicarse a las pruebas más largas de medias y maratones. En 1976 termino su primera maratón en 3 horas, 50 minutos y medias maratones ya ni se acuerda.

El triabonero Tomás González, compañero de equipo, cuenta con un destacado palmarés digno de reconocimiento. Entre sus logros más notables se encuentra una medalla de bronce en el Campeonato Regional de Milla en pista, obtenido en mayo de 2014. Además, ha sido dos veces subcampeón de Canarias en la Milla Urbana y ha logrado la medalla de plata en su categoría en un Campeonato Regional de 400 metros lisos. También destaca por haber obtenido medallas de oro en los 100 y 200 metros lisos en el Campeonato de Canarias para Veteranos en pista al aire libre.

Su trayectoria incluye un subcampeonato de Canarias en Medio Maratón y numerosos pódiums en decenas de pruebas populares, consolidando su vinculación al conjunto adejero, del que es un orgullo indiscutible.

En su historial deportivo, este atleta ha sido 12 veces campeón de Canarias en diversas disciplinas, como los 100 metros, 200 metros, 5000 metros, la milla de asfalto, el medio maratón de montaña y el medio maratón de asfalto. Asimismo, ha logrado cuatro subcampeonatos de Canarias, concretamente en la milla urbana, la milla en ruta, el medio maratón de asfalto y los 400 metros lisos. Además, ha obtenido el tercer lugar en cuatro pruebas: los 5000 metros, los 1500 metros, los 400 metros y la milla en pista.

En cuanto a sus títulos como campeón, destacan dos victorias en los 100 metros, dos en los 200 metros, una en los 5000 metros, una en la milla de asfalto, una en el medio maratón de montaña y una en el medio maratón de asfalto.

Personas como estas representan los grandes valores del deporte como sinónimo de experiencia sana pero a la vez de constancia, superación y ejemplo a imitar por las nuevas generaciones porque la entrega durante toda una vida al mundo del atletismo desde la afición y la ilusión hacen que atletas populares como estos veteranos sean referentes a reconocer y ponderar en grado sumo”.

Viejo es el viento, y aún sigue soplando. Quizás pocas personas encarnan mejor esa frase que estos corredores, casi todos de aquí de Tenerife.

El día 17 de diciembre de 2016, en la cena de Navidad del equipo ambos compañeros fueron obsequiados con una placa conmemorativa y se le concedieron además el honor de ser miembros honoríficos del club. En aquel entonces Tomás tenía 66 años de edad y Sandro 73.